¿Cómo me veo?
¿Qué me digo todos los días?
¿Qué hacen los demás que yo no estoy haciendo?
¿Soy suficiente?…
Y tal vez… ¿Me costará mucho esfuerzo?
Que tal si por un momento olvidas todas esas ideas y simplemente respiras y sientes tu cuerpo. Te darás cuenta que hay más posibilidades y que lo que realmente importa es que puedes llegar a la meta dando un paso a la vez.